Informe Trimestral: Julio 2025
Del ruido a la señal: interpretar los cambios de política
El primer semestre de 2025 ha estado marcado por una sucesión de shocks vinculados a decisiones fiscales, comerciales y geopolíticas. Desde la escalada arancelaria en EE. UU. hasta el giro expansivo en política fiscal y los episodios de tensión internacional, los inversores han debido adaptarse a un entorno de incertidumbre elevada. Sin embargo, más allá del ruido mediático, los datos muestran una realidad económica más sólida de lo que sugieren los titulares.
Un entorno ruidoso, pero con fundamentos estables
Tres eventos definieron el segundo trimestre: el impacto inicial de los aranceles, la aprobación del “Big Beautiful Bill” —un paquete fiscal de 3,4 billones de dólares— y el repunte puntual del petróleo por factores geopolíticos. Aunque aumentaron la volatilidad, los datos macroeconómicos mantuvieron su solidez. El empleo sigue fuerte, los márgenes empresariales se sostienen y la desinflación avanza.
DATO CLAVE: El S&P 500 repuntó un 24 % desde sus mínimos de abril, a pesar de la incertidumbre relacionada con las políticas públicas
La señal de fondo es clara: el mercado ha comenzado a filtrar el ruido y centrarse en los indicadores reales. La respuesta inicial a las tensiones comerciales fue intensa pero breve, mientras que el impulso fiscal ha compensado los riesgos, favoreciendo la demanda y reforzando la resiliencia.
Del comercio a la deuda: nueva narrativa de riesgo
Tras el primer impacto arancelario, el foco se desplazó hacia la sostenibilidad fiscal. En EE. UU., el estímulo agresivo, los recortes sociales y la expansión del déficit federal abren preguntas sobre la disciplina a futuro. En paralelo, Alemania deja atrás la austeridad y apuesta por mayor gasto en defensa e infraestructuras, transformando el marco fiscal europeo.
Esto se refleja en los mercados de deuda, donde la prima de riesgo en tramos largos ha aumentado. Aun así, las condiciones financieras siguen siendo favorables, apoyadas por el giro más acomodaticio de los bancos centrales. Las expectativas de recortes en la Fed y el BCE han dado soporte a los bonos de calidad.
Invertir con convicción, gestionando el riesgo
En un entorno de alta volatilidad asociada a decisiones de política económica y geopolítica, la clave está en mantener carteras bien estructuradas. La renta fija ofrece oportunidades, especialmente fuera de EE. UU., y en la renta variable conviene priorizar beneficios sólidos sobre múltiplos. Los activos reales y los mercados privados se consolidan como fuentes estables de diversificación y retorno.
ENFOQUE ESTRATÉGICO
• Renta fija: preferencia por duración intermedia, grado de inversión y crédito estructurado.
• Renta variable: neutralidad táctica con sesgo a calidad, innovación y modelos resilientes.
• Mercados privados: oportunidades en deuda privada, infraestructuras y estrategias evergreen.
• Divisas: gestionar activamente la exposición al dólar, con mayor peso en euro, franco suizo y oro.
Conclusión
Mantenerse invertido no implica ignorar los riesgos, sino gestionarlos con disciplina y perspectiva. En un entorno moldeado por decisiones económicas y factores globales, separar la señal del ruido y mantener una estrategia flexible es clave para aprovechar las oportunidades sin comprometer la estabilidad del portafolio.
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