Los robots forman parte de la vida cotidiana en todo el espectro, tanto a nivel doméstico como profesional. La robotización ha aumentado la productividad, disminuido la dependencia de terceros y ayudado a controlar los gastos; las empresas dependerán en gran medida de ella.

La robótica es el campo dedicado al diseño, construcción y uso de máquinas (robots) con el fin de llevar a cabo tareas o procesos simples y repetitivos. Esto se conoce como RPA (por sus siglas en inglés -Robotic Process Automation-).

Ahora bien, los avances tecnológicos han ido transformando la concepción inicial de una simple repetición de procesos. La introducción de la automatizacióninteligente – una evolución natural del RPA – en estos procesos ha permitido incrementar la flexibilidad, mejorar la calidad y la precisión de los procesos y dar respuestas “inteligentes” en contextos concretos. Posteriormente, la inteligencia artificial ha integrado la capacidad analítica al robot permitiéndole generar una respuesta coherente e independiente.

La mejora de la capacidad de los robots ha hecho que formen parte de la vida cotidiana en todo el espectro, no solo en el aspecto doméstico, pero también en el profesional. La invención de dispositivos, procesos y tecnología ha aumentado la productividad, o la producción por hora-hombre, evitando a su vez la exposición innecesaria del hombre en procesos con algún grado de peligrosidad.

Además, el contexto de la crisis del COVID-19 y la invasión de Ucrania ha hecho que las empresas se replanteen sus estrategias de cadenas de suministro, reorientando su producción hacía el autoabastecimiento y fabricación doméstica, y traten de eficientar al máximo sus costes por lo que los factores de productividad, fabricación doméstica y eficiencia de costes han tenido como consecuencia un crecimiento en la demanda de robots. Según datos de Statista, a nivel global el crecimiento de la industria de robótica tendría un crecimiento anual compuesto (CAGR por sus siglas en inglés) del 10.8% entre 2021 y 2028.

En este avance de la industria robótica se pueden atisbar varias innovaciones que canalizan una parte importante de lo que vendrá en este sector. Los especialistas en inversión de Santander Private Banking analizan cada una de ellas:

1. Drones y robots móviles

Los drones, un tipo de robot móvil aéreo, están evolucionando más allá de su origen militar para convertirse en poderosas herramientas de negocios. Ya han dado el salto al mercado de consumo, y ahora están siendo puestos a trabajar en aplicaciones comerciales y civiles del gobierno, desde la lucha contra incendios hasta la agricultura. Un estudio de Frost & Sullivan estima que el envío de unidades aumentará a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4,5%, llegando a 2,91 millones de unidades en 2023 desde 2,44 millones de unidades en 2019.

2. Vehículos autónomos

La sociedad de ingenieros de automoción (SAE por sus siglas en inglés) define una taxonomía según el nivel de autonomía de los vehículos (1) que se describe a continuación. Los niveles de 0 a 2 incluyen características de asistencia al conductor, y los otros tres niveles (3 al 5) incluyen características reales de automatización. Son estos a los que nos referiremos. En el nivel 3, que requiere de conductor, el vehículo es capaz de analizar su entorno y tomar decisiones a través de sensores con visión computarizada, cámaras, radar y localización. Tanto el nivel 4 como el 5 van intercambiando información con su entorno, utilizan un reconocimiento de 360º y proporcionan mayor seguridad. 

3. 3D printing

La impresión 3D se ha convertido en un componente crucial en la industria de la robótica. La impresión 3D puede producir piezas mucho más precisas para proyectos de robótica con menos material desperdiciado. De acuerdo con Beroe, una consultora india de inteligencia y análisis de mercado, estima que tendrá un crecimiento anual del 14% hasta 2027. 

Estos desarrollos son puestos en marcha por empresas invertibles de todo el mundo. En este sentido, el marco de asesoramiento Future Wealthbusca adelantarse a los cambios transformadores que estamos viviendo, para complementar carteras tradicionales con soluciones centradas en las empresas que están liderando la aplicación de las nuevas tecnologías y tendencias en sectores como la robótica.